lunes, 10 de marzo de 2014

Puerto Montt

Primero que todo, quiero comenzar diciendo: "Bienvenidos a mi blog". Lo que me trajo a este mundo fue mi necesidad de compartir situaciones, pensamientos y cosas que me suceden en mi diario a vivir con aquellos que el destino los haya invitado a ingresar acá, porque el que hayan entrado no es casualidad; todo está conectado.

¿Por qué el título? Bueno, eso se lo debo a que de un tiempo a esta parte, trato de enfocarme en mi presente, ya que enfocarse en el pasado y en el futuro no resulta mucho, aun cuando siempre, como humanos que somos, caemos en eso, pero no es muy sano eso, de hecho muchas veces lo único que nos trae son dolores de cabezas, problemas y estrés. De hecho, tal como leí una vez en facebook de un amigo, en el año existen 365 días y cada uno de ellos son oportunidades para ser mejor y aprender en este planeta en el que nuestro ser vino a evolucionar.

Les advierto que en mi situación actual es muy probable que haya días en que escriba cosas muy bonitas que me hayan ocurrido y otros quizás no lo sean tanto, pero esperemos que sea solo lo primero en su mayoría.

Por ejemplo, hoy fue uno de esos días buenos, como me gustaría que fuesen siempre. Me levanté bien de madrugada para alcanzar alguna hora para dentista, ya que hace algunos días comencé con los malestares de la muela del juicio nuevamente. Lamentablemente, no había horas pero tuve la suerte de que atendían de urgencia, así que ahí me revisó la doc y me mandó con un puñado de pastillas para bajar la infección y poder abrir la boca nuevamente, ya que ni siquiera llego a los 30° de apertura. Mientras me atendía, pensaba que genial es cuando alguien ama lo que hace, logra transmitir eso y lo que es más importante, brindar una excelente atención.

Más tarde, después de sacarme la radiografía que me habían solicitado, un señor me pregunta dónde vendían pescado. Le di las indicaciones y como iba hacia el mismo lado, lo acompañé y nos fuimos conversando. Era un señor de edad, exmilitante que venía de Puerto Montt. Nos fuimos caminando por alrededor del mar, y me contaba que le impresionaba ver tantos  botes pesqueros, así como también, pelícanos y lobos marinos, ya que allá no había tantos. Al principio, creía que él quería comprar pescado para cocinar, pero después me enteré que era para comer, es decir, quería un restaurante. Menos mal que estaban cerca, así que llegamos hasta ahí y me despedí. Él muy amablemente me invitó a almorzar, sin embargo, rechacé la invitación porque tenía que hacer otros trámites y mi madre había cocinado unos exquisitos porotos granados, de lo contrario, me habría quedado a compartir más tiempo con él.

Es gratificante cuando uno hace alto en su vida y trámites y comparte aunque sea un momento con otras personas, aunque sean desconocidas. Se siente tan bien espiritualmente, el corazón se alegra y casi nada puede salir mal. Sin embargo, muchas veces nos olvidamos de eso y nos creemos el centro del Universo, y estamos en nuestro mundo del "yo", muchas veces mezquino y egoísta, pero siempre hay oportunidades para cambiar eso, solo tenemos que estar atentos a las señales.

Bueno ahora los dejo, porque quiero leer un folleto que me regalaron camino a casa. Aunque estoy aprendiendo a no identificarme con ninguna religión, acepto todo lo que llegue a mis manos con mucho cariño, ya que todo tarde o temprano me servirá.

Cuando puedan envíenme amor con sus pensamientos y que ustedes reciban el doble.  Muchas gracias.


Un abrazo y buenas noches.








No hay comentarios:

Publicar un comentario